Algunos pensareis que soy una pedante. Aunque aquí y en este preciso momento quiero dejar claro que para nada es mi intención. Simplemente, que en este país, no está de moda eso de editar los guiones de las películas. Eso obliga, a los freakys como yo, a buscarse la vida y echar mano de internet. Resulta que hace años, en mi primer curso de doctorado, me emperré en hacer un trabajo sobre La Edad de la Inocencia, de Martin Scorssesse, basada a su vez en la novela de Edith Wharton. Literatura y cine han ido siempre cogidos de la mano, y si tenia la novela y la película, era casi obligatorio poder trabajar con el guión original. A agarrarse los machos: la única trascripción que encontré fue en inglés. Vaya marrón! Y yo con mi “inglish pitinglish” precario y chapucero intentando poder comparar la novela con el guión. Sin comentarios. Si alguien ha intentado alguna vez leer y entender un escrito en inglés, sabrá perfectamente qué quiero decir. Pues bien, con esas limitaciones, me empapé de la novela y la película hasta las trancas y venga... Casi dos meses moviéndome por la Nueva York de finales del XIX, volviéndome aún más loca, si cabe, de lo que ya estoy normalmente. Y por eso este fragmento. Una pequeña muestra más de mis muchas y variopintas locuras. Para mí, una de las mejores escenas de esta historia de apariencias, costumbres, pasiones enterradas, amores no correspondidos, vanidades mal llevadas y sobretodo, uno de los mejores trabajos visuales del maestro Martin Scorssesse.
PD: Lo repito de nuevo: freaky porque el fragmento me ha sido imposible encontrarlo en español, pero venga gente.... Que hay que internacionalizarse un poco!
PD2: El “Narrator” en la versión inglesa era Joan Woodward, en la española, Nuria Espert.
PD3: No os perdáis su espectacular banda sonora. Una obra de arte en sonidos, del gran Elmer Bernstein
PD4: Y ya termino... No tiene desperdicio la escenografía y el vestuario absolutamente exquisitos que se muestra en todo el metraje. A destacar el repaso por la pintura de Bouguerau, para quedarse “patidifusa”.
NARRATOR
He had heard her name often enough during the year and a half since they had lastmet. He was even familiar with the main incidents of her life. But he heard allthese accounts with detachment, as if listening to reminiscences of someone longdead. But the past had come again into the present, as in those newly discoveredcaverns in Tuscany, where children had lit bunches of straw and seen old imagesstaring from the wall .
[Archer walks down the path and sees the pier and house in front of him. He sees a woman with her back to the shore, leaning against a rail. He stops, unable to go on. It's Ellen. She looks out to sea, at the bay furrowed with yachts and sailboats and fishing craft. He does not move. Ellen does not turn. A sailboat glides through the channel between Lime Rock lighthouse and the shore]
NARRATOR
He gave himself a single chance. She must turn before the sailboat crosses the LimeRock light. Then he would go to her. [He looks to the boat. It glides out on the receding tide between the lighthouse and the shore. He watches as the boat passes the lighthouse. He looks at Ellen, she has not turned. Archer walks away]
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