Hug, desde su blog,Nuevas formas de Educar, nos indica que hoy día trece de Febrero es el día elegido.El día elegido para dar a conocer su relato a concurso...
El día Elegido.
Aquella noche había sido especialmente intensa, diferente, el nerviosismo recorría mi cuerpo y apenas podía dormir, era uno de esos días en los que no encuentras la postura, en los que estas pendiente de tantas cosas que solo le das vueltas a la cabeza, y de tanto pensar y pensar lo único que consigues es una frustración difícil de explicar, difícil de comprender para aquellos que jamás la hayan sentido.
A las 8 de la mañana sonó el despertador, aquel día era distinto, era el día que llevaba esperando tanto tiempo, por decirlo de alguna manera, era el día elegido, por eso decidí vestirme con mi mejor traje, ese que solo utilizo en ocasiones especiales…
Miré por la ventana y ví el Mercedes aparcado en la acera, entonces supe que era el momento. Baje hasta la calle y cuando el chofer vio mi cara no hizo falta que le dijera nada, ya sabia donde me tenia que llevar, me abrió la puerta y me acomode en la parte trasera del vehiculo, durante el trayecto el silencio era la tónica dominante, a medida que pasaba el tiempo iba recordando lo difícil que había sido llegar hasta este día, empecé recordando mi infancia, los juegos con mis amigos, aquellos años en los que la única preocupación que teníamos era que no nos pillaran, o quien saldría esta tarde a jugar, o en que equipo jugaría al fútbol en la plaza… ya que aquellos años fueron la base para los exitosos años posteriores, hasta llegar a mi meta, que hoy concluía .
Al llegar al sitio elegido para el acto el chófer me hizo una señal y abriendo la puerta del vehiculo me dijo, ya queda poco, pasó lo difícil… Así que me baje del coche y con cara de interrogación contemple la multitud de gente que se agolpaba en el lugar, sorprendido estaba del silencio que guardaban, era un silencio sepulcral, de los que da miedo, con el que te sientes angustiado ya que no esperas esa reacción por parte de la gente…
Escoltado por un grupo de hombres me dirigí hacia el lugar indicado para el acto final, los hombres iban abriendo camino a mi paso y algunas personas estiraban la mano, con la intención de tocarme, aunque solo fueran dos segundos…
Una vez llegue al lugar, respiré profundamente, era el centro de atención, todas las personas me miraban, algunas lloraban, probablemente de la emoción contenida, otras agachaban la cabeza, en signo de respeto y algunas tenían la cara desencajada… decidí coger una bocanada de aire bastante grande y cerré los ojos, recordé el esfuerzo que había realizado durante toda mi vida, pensé en las personas queridas, aquellas que me habían ayudado, aquellas que no… y simplemente pude dar las gracias, gracias por haberme permitido conocerlas, porque en mayor o menor medida me habían ayudado a madurar.
De pronto me di cuenta de algo, como si de una película en la que yo era el protagonista se tratase ,pude verme en tercera persona, me veía en ese lugar, me veía en el cementerio, ¿Estaba muerto? ahora empezaba a encajar todo, el mercedes, el chofer, el silencio, la gente llorando ante mi ausencia, es como si mi alma hubiese salido de mi cuerpo y estuviera contemplando la escena de mi muerte , de mi entierro, veía a mis seres queridos llorando ante mi perdida, por un momento me entraron ganas de llorar, el hecho de dejar a mi gente sola, sin mi presencia, sin poder ayudarlos cuando lo necesitasen …
De pronto escuche un ruido, a mi novia se le habían caído unos libros y me desperté, menos mal que solo fue una pesadilla, un frío sudor recorría mi cuerpo y mi cara estaba pálida, ¿Habría presenciado mi muerte?-me pregunte- después pensé y dije: "no puede ser, simplemente ha sido un sueño", y sin mas me levante a ayudarla a recoger los libros.
El día Elegido.
Aquella noche había sido especialmente intensa, diferente, el nerviosismo recorría mi cuerpo y apenas podía dormir, era uno de esos días en los que no encuentras la postura, en los que estas pendiente de tantas cosas que solo le das vueltas a la cabeza, y de tanto pensar y pensar lo único que consigues es una frustración difícil de explicar, difícil de comprender para aquellos que jamás la hayan sentido.
A las 8 de la mañana sonó el despertador, aquel día era distinto, era el día que llevaba esperando tanto tiempo, por decirlo de alguna manera, era el día elegido, por eso decidí vestirme con mi mejor traje, ese que solo utilizo en ocasiones especiales…
Miré por la ventana y ví el Mercedes aparcado en la acera, entonces supe que era el momento. Baje hasta la calle y cuando el chofer vio mi cara no hizo falta que le dijera nada, ya sabia donde me tenia que llevar, me abrió la puerta y me acomode en la parte trasera del vehiculo, durante el trayecto el silencio era la tónica dominante, a medida que pasaba el tiempo iba recordando lo difícil que había sido llegar hasta este día, empecé recordando mi infancia, los juegos con mis amigos, aquellos años en los que la única preocupación que teníamos era que no nos pillaran, o quien saldría esta tarde a jugar, o en que equipo jugaría al fútbol en la plaza… ya que aquellos años fueron la base para los exitosos años posteriores, hasta llegar a mi meta, que hoy concluía .
Al llegar al sitio elegido para el acto el chófer me hizo una señal y abriendo la puerta del vehiculo me dijo, ya queda poco, pasó lo difícil… Así que me baje del coche y con cara de interrogación contemple la multitud de gente que se agolpaba en el lugar, sorprendido estaba del silencio que guardaban, era un silencio sepulcral, de los que da miedo, con el que te sientes angustiado ya que no esperas esa reacción por parte de la gente…
Escoltado por un grupo de hombres me dirigí hacia el lugar indicado para el acto final, los hombres iban abriendo camino a mi paso y algunas personas estiraban la mano, con la intención de tocarme, aunque solo fueran dos segundos…
Una vez llegue al lugar, respiré profundamente, era el centro de atención, todas las personas me miraban, algunas lloraban, probablemente de la emoción contenida, otras agachaban la cabeza, en signo de respeto y algunas tenían la cara desencajada… decidí coger una bocanada de aire bastante grande y cerré los ojos, recordé el esfuerzo que había realizado durante toda mi vida, pensé en las personas queridas, aquellas que me habían ayudado, aquellas que no… y simplemente pude dar las gracias, gracias por haberme permitido conocerlas, porque en mayor o menor medida me habían ayudado a madurar.
De pronto me di cuenta de algo, como si de una película en la que yo era el protagonista se tratase ,pude verme en tercera persona, me veía en ese lugar, me veía en el cementerio, ¿Estaba muerto? ahora empezaba a encajar todo, el mercedes, el chofer, el silencio, la gente llorando ante mi ausencia, es como si mi alma hubiese salido de mi cuerpo y estuviera contemplando la escena de mi muerte , de mi entierro, veía a mis seres queridos llorando ante mi perdida, por un momento me entraron ganas de llorar, el hecho de dejar a mi gente sola, sin mi presencia, sin poder ayudarlos cuando lo necesitasen …
De pronto escuche un ruido, a mi novia se le habían caído unos libros y me desperté, menos mal que solo fue una pesadilla, un frío sudor recorría mi cuerpo y mi cara estaba pálida, ¿Habría presenciado mi muerte?-me pregunte- después pensé y dije: "no puede ser, simplemente ha sido un sueño", y sin mas me levante a ayudarla a recoger los libros.
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