Andrea se desperezó lentamente, la sensación de plenitud que la envolvía no la abandonaría fácilmente en mucho tiempo, se revolvió perezosamente entre las sábanas, se negaba a abrir todavía los ojos, no quería abandonar el lecho aún tibio, alargó el brazo y rozó levemente los cabellos del que dormía profundamente a su lado, no intentaba despertarle, se conformaba con acariciar su espeso pelo rubio y rizado , como de seda brillante.Se incorporó sobre un codo y estudió lentamente las facciones del hombre, sus largas pestañas , su afilada nariz tan masculina, sus labios...Sintió un estremecimiento recordando las horas previas en su compañía, y sonrió sintiéndose feliz, había sido una noche especial, tendría que repetirse, se dijo, con un brillo travieso en sus negros ojos. De repente un rayo de luz atravesó las cortinas de la ventana iluminando el cuarto y Andrea miró el reloj, frunció los labios en una mueca de contradicción y apartando las sábanas fue hacia la ducha, sus obligaciones la llamaban. El agua caliente resbalaba por su cuerpo, intentando borrar las huellas de una noche increíble, se restregó fuertemente con la esponja, no debían quedar huellas. Salió de la ducha y se observó detenidamente en el espejo mientras se peinaba, aún poseía un bonito cuerpo , aún despertaba miradas de admiración en los hombres cuando pasaba delante de ellos y eso la llenaba de orgullo, aunque indudablemente el tiempo había dejado en ella secuelas inexorables que Andrea se empeñaba en paliar a base de cremas y visitas a esteticistas en su particular lucha contra los años que pasaban.Se vistió rápidamente y dio cuatro pinceladas de color a su cara: ya estaba lista, pensó. De repente un sonido la devolvió a la realidad, giró la cabeza dirigiendo su mirada hacia el bolso y lo cogió revolviendo en él hasta encontrar el móvil que sonaba emitiendo un desagradable tonillo de una canción de moda que ya odiaba.
-Sí?? , dime amor , buenos días..., sí, sí,ya estoy lista, enseguida salgo para allá.
- La reunión??? aburrida amor... como todas las de antiguas compañeras de colegio , ya sabes... confidencias, recuerdos, lo de siempre, cuatro cuarentonas aburridas jajaja. Ya te contaré. Un beso, en un par de horas estaré ahí cielo, ciaoooo!!!
Andrea dejo el teléfono en el bolso y extrajo un pequeño paquete de él,el paquete contenía unos guantes de cirujano, un impermeable y un bisturí brillante y afilado. Se puso el impermeable y los guantes y se acercó a la cama con el bisturí en la mano; él seguía dormido, el somnífero había hecho su efecto, se dijo mirando el vaso que estaba en la mesita de noche totalmente vacío, lo cogió y lo metió en el bolsillo, no debía olvidar ningún detalle, de ello dependía todo, de los detalles. Andrea se acercó al hombre y sin dudarlo seccionó su yugular en un tajo preciso y certero , para eso era cirujana con años de experiencia, pensó. La sangre manaba oscura y brillante salpicando las sábanas blancas de raso y ella lo observaba todo en éxtasis, mientras la sangre formaba un charquito a sus pies, se apartó para no pisarlo, sacó un trapo de su bolsillo y limpió todas las posibles huellas que de ella hubieran podido quedar en el cuarto. Se quitó los guantes y lo demás y metió todo en su bolso , envuelto en el impermeable y se dirigió hacia la puerta, echando desde allí una impersonal mirada a la habitación , no quedaban rastros de su presencia, todo estaba en orden.
Salió al pasillo y desde allí bajó al aparcamiento por la escalera de incendios , no la había visto nadie, igual que a su llegada. Contaría las horas esperando su próxima escapada anual, sería ya el cuarto año y pensaba seguir haciéndolo, era su secreto , pensó sonriendo...
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