lunes

LA CRIATURA CUMPLE UN MES

Soy madre primeriza. Estoy empezando a asimilar como hay que cambiarle los pañales, los horarios de las comidas, como manejar el cochecito por las calles… Pero es evidente que aún falta mucho para conseguir que el bebeno se pueda medio valer por sí mismo y no tenga que estar yo ahí detrás todo el día.

Os pensaréis que me he vuelto loca. Algo más de lo que estaba sí, pero no tanto como para imaginarme que he parido sin haber estado ni tan siquiera preñada. Pero es que hoy se cumple un mes exacto de mi llegada a esta ciudad. Hoy hace un mes empecé “esto” que de momento no sé hasta donde me llevará.

Han pasado muchas cosas. He conocido a mucha gente. He empezado a sentirme hormiguita de este gran hormiguero que es Londres. He tenido que enfrentarme a alguna que otra situación que no creía que volvería a ocurrirme. Pero lo que se está convirtiendo en lo más valioso que estoy cosechando aquí es que me estoy dando cuenta que, con fuerza de voluntad, seguridad en una misma y muchas, pero que muchas agallas, se puede conseguir lo que te propones.

Pero lo más curioso del caso es que me siento tranquila. Sin ese barullo de nervios en el estómago que hace unos años (y en realidad desde la adolescencia), me han atenazado la voluntad y han hecho que me retraiga en muchas cosas. Me sonrío a mí misma, viéndome caminar con decisión por las grandes calles de la ciudad. Cogiendo el metro y el bus cada vez con más soltura. Y sentir ese repelús en la nuca cuando me planto delante de algún lugar que he visitado miles de veces mentalmente y al que por fin me planto en carne y hueso.

No os negaré que los primeros días fueron difíciles. Mucho. Las lágrimas corrían por mis mejillas a la primera de cambio. Me sentía sola. Perdida en medio de tanta gente. Preguntándome qué hacía yo aquí, dejando toda mi vida y mi gente a unos cuantos cientos de kilómetros.

No puedo jurar y perjurar que esos momentos hayan acabado aún. Hay algunas veces en las que lo mandarías todo a freír espárragos y volverías a tu rutina conocida y segura. Pero te das cuenta que estás en el primer vagón de la locomotora. Que está empezando a coger velocidad y que ya que por fin has conseguido subir a él, no vas a permitir que nada te obligue a bajar de él. Por lo menos, nada que se pueda solucionar con paciencia, esfuerzo y perseverancia.

Estoy de “mensuario” con un resfriado considerable. Con la cabeza como un bombo cada vez que tengo que romperme los cuernos para expresarme en inglés. Y con un artículo sobre política inglesa que me está apretando el culete esta noche… Imaginaos si está la cosa tranquila como para poder permitirse el lujo de dormirse en los laureles.

Y como diría si esto fuera una función de teatro - cabaret: “Señoras y señores. El espectáculo no ha hecho más que comenzar. Tomen asiento, porque la historia que van a presenciar, puede que les cambie la vida”.

4 comentarios:

Amateur65 dijo...

Bueno ya eres una hormiguita londinense emma

besos

Lucía dijo...

Ya hace un mes?? Como pasa el tiempo ...

Anónimo dijo...

Ahora estás sola. Y eso es muy bueno y un poco malo. Lo bueno es que cuando estás ante el abismo y no tienes a tu círculo más íntimo alrededor, te las acabas apañando, y la sensación de victoria es reconfortante. Por otra parte, nunca dejas de sentir que no perteneces al 100%, con lo que espera algunas lágrimas más... que son muy buenas porque aclaran la vista (en sentido literal y metafórico).

emma woodhouse dijo...

AMATEUR: Sip... empiezo a ser hormiguita jiji

LUCÍA: Ya ha pasado un mes niña... Si es que va que se las pela.... jajaja

SIRVENTES: Eso es bueno y malo a la vez? mmm hoy no tengo la cabeza para silogismos, pero si tu lo dices será verdad. Ah.. y aunque no te lo creas... nunca me he sentido de un sitio al 100%. Extraño? Sí, pero es así.. Un día te lo contaré...