Dicen que el tiempo cura las heridas de la mente. No es verdad. El tiempo solo las maquilla, las cubre con un leve velo. Pero las heridas no desaparecen. Siempre quedarán fijadas en la memoria. Heridas que son recuerdos de unos tiempos falsamente felices en los que crees tocar el cielo. Triste espejismo que termina convirtiéndose en una agonía infinita, una prisión de pensamientos que te reduce a un abismo que no parece tener final. Durante unos meses que parecen años te conviertes en un autómata, un ser sin alma enemigo de tu propio yo. Es difícil explicar con palabras qué se cocina en ella. Qué se cuece en una mente traicionera, hiriente pero ante todo, extraña al cuerpo que la contiene. Todo pasa a tu alrededor, como si tal cosa. El sol sale cada mañana, cada día te despiertan sus rayos, pero no reaccionas a su luz ni a su calor. Tu gente continua con su rutina diaria. Todo parece igual a tu alrededor, pero tu mente sigue sin ser tuya. No se puede describir esa sensación, pero si cierras los ojos e intentas recordarlo, aún puedes sentir esa angustia. Tu cerebro se convierte en una especie de cd, que al meterlo en la minicadena, empieza a dar vueltas y más vueltas, como un torbellino, sin atinar a dar con la pista que tu quieres escuchar. Así funciona tu mente, que ya no es tuya, y que decide ir por libre. Todo por culpa de unos gestos de aparente compresión y ternura, por culpa de de unas falsas palabras dulces. Lo que al principio parecía un espejismo, acaba convirtiéndose en una maldición. Al final desaparece. Se marcha. Sale para siempre de tu vida. Crees que no lo vas a poder resistir. Que tus piernas no van a sujetar todo el peso de tu ser. Pero estás equivocada. Un día sale la luz de nuevo y te das cuenta que sigues viva. Viva de nuevo, pero no la misma de antes. Algo se ha roto dentro de ti, y en el proceso de reconstrucción has dejado espacio para algo más de lo que se perdió.
miércoles
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3 comentarios:
las heridas se curan...pero nunca se cierran del todo...yo miro mis cicatrizes para recordar lo vivido, lo sentido.... y aprender cómo de complicado (y bonito) es nuestro camino...
q te quiero morena!
;)
pd: mil veces mejor este color...ejej
Si no pensara que es casi imposible que nos conozcamos, diría que estás hablando de mi... Grandes verdades las que dices :)
Lost
P.D. A mí también me gusta el color :P
Ay ay ay... demasiado concepto de culpa judeocristiano en un escrito de una autodenominada "roja"... eso no me cuadra, ¿eh? Al final lo mejor es seguir al amigo Benito Harper: "I believe in a better way"...
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