lunes

TERROR AL PLAGIO

Esto es algo que me dejaron muy claro el primer día que puse los pies en la facultad. En este país, usar las palabras de otro, como si fueran tuyas, en un ensayo académico, te puede costar la expulsión inmediata.
No digo yo que eso sea legal, ni mucho menos. Pero la verdad, que te lo presenten de buenas a primeras de esa manera, te deja un poco acojoná. Y es que por lo que he podido observar, aquí los trabajos que haces en la universidad (aquí conocidos como “essays”) son algo verdaderamente importante y en lo que hay que esmerarse mucho.

Tampoco digo con eso que los que hice en España tiempos atrás los hiciera yo de cualquier manera. No. Si de una cosa puedo presumir es que era una verdadera “matá” cuando había que presentar algún trabajo en la facultad.
Y eso continúa ahora, que medio enfrascada en la tesina, no hago más que revisar una y otra vez. Puliendo esto y lo otro, visionando una y otra vez las películas a ver si se me ha escapado algo. Revisando una y mil veces las notas y comprobando que estén incorporadas coherentemente al discurso del análisis…

Pero… Me estoy dando cuenta a marchas forzadas, que en este país, todo o casi todo lo que aprendí en cuanto a cómo redactar un trabajo, me va a servir más bien poquito… Además de la barrera idiomática, existen una serie de procedimientos que, la verdad, me suenan poco más que a chino.

Esta tarde he empezado un curso en la facultad con el sugerente y estimulante título de “Academic Writing” (“Escritura Académica”, para los no iniciados en la lengua del Bardo). Os podéis imaginar qué emocionante ha sido la clase, de dos horitas ni más ni menos. Básicamente hemos dado vueltas a cosas como: qué es un análisis, una justificación, una evaluación, una comparación, una explicación…. Además, hay un apartado enorme, grandioso vamos, dedicado a ese "terror nacional" que es el plagio.

Claro que ya estamos con lo mismo. Lo inefable del lenguaje. Y es que muchos de los términos que se usan en inglés, no tienen un equivalente idéntico en español. Ahí viene cuando servidora se hace la picha un lío y llegan las confusiones a veces algo estúpidas pero no por eso menos comprometedoras.

Lo que se me avecina no es nada sencillo. Me lo estoy temiendo. Lo veo venir. Como cuando sabes que te vas a dar de bruces en los morros y no puedes evitarlo. Pues así me lo veo yo… Perdía otra vez en la traducción, y sudando tinta para amoldarme a este “nuevo estilo” de redactar mis “essays” de las asignaturas adscritas a la facultad de arte.

Y es que ser hablante nativa de una lengua, que por naturaleza, precisa de unas construcciones sintácticas muy elaboradas y llenas de matices para presentar un discurso coherente, y tener que enfrentarte a otra que es casi todo lo contrario… Te deja la neurona del lenguaje, (que ya lleva unas cuantas semanitas haciendo el pino cada vez que la pones a trabajar) reventaíta perdía a la pobre…

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Uy, a mí en mi año de erasmus en Oxford Brookes ya me acusaron de plagio en el primer trabajo que entregué, todo por no poner bien las referencias, pero tuve un formal warning y todo. Claro, yo acostumbrao al estilo español, en que la bibliografía es "por poner algo"...

Anónimo dijo...

Yo hice un cursillo de cómo redactar las referencias. Poco cachondeo.

Aunque su obsesión tiene más sentido de lo que parece. Una compañera se soprendía de por qué tanta obsesión con las refeencias. A día de hoy, y si mis noticias no son viejas, esta chica todavía no tiene el título ya que ha sido acusada de copiar en la dissertation (acusada con justicia), y la chica de la que copió tampoco tiene el título porque no queda claro quien copió de quien, y en cualquier caso una de las dos es colaboradora necesaria). No se andan con chiquitas, pero es que hay mucho listillo por ahí, y tu no quieres que otro saque más nota que tu con la mitad de esfuerzo, verdad?

Grishka dijo...

Hombre, pues ojalá por aquí fueran tan cuidadosos con los trabajos y con las presentaciones y demás. Por lo menos en el máster que yo hice habría cateado a un par de compañeros; a una por hacer una presentación de hora y media en lugar de los 20 minutos asignados, y a otro por un trabajo tan flojo y tan poca participación durante los dos cursos (vaya, que ni o vimos). Tal vez debería irme a las grandes bretañas, que por lo menos por ahí parece que no dan títulos como quien reparte caramelos.

emma woodhouse dijo...

ESPAÑOLEANDO: A eso me refiero yo... Que venimos con el modelo español, y con unas costumbres adquiridas que aquí cuesta un montón tener que cambiarlas...

SIRVENTES: No es cachondeo... Es simplemente que a una se le cruzan los cables más de lo que ya los tiene, cuando ves que además de aclimatarte a un nuevo ambiente y a una nueva cultura, tu background de estudiante también se ve alterado.... Por cierto... mmmm no tendrás apuntes de ese curso verdad? Jijiji

GRISHKA: También tienes razón... En España se peca a veces de titulitis... Pagas por hacer un máster y parece que eso ya justifica que lo aprueves, aunque algunos no hayan dado palo al agua...