… Comprobar que el nombre de “Reading week” es solo un eufemismo muy mono para decir “Semana que te pasas encerrada en casa hincando codos. Preparando essays, leyendo como una loca y tomando apuntes por lo que pueda venir de aquí a mediados de diciembre”.
… Hablar por el messenger con algún que otro amigo que está esta semana en España, pero que vive en Londres, y que te diga que está disfrutando como un enano con las comidas caseras. Eso sí, que también echa de menos la libertad y la independencia que le da vivir en una ciudad tan grande. Aunque muchas veces te sientas solo.
… Sentarte al lado de un chico típicamente British (léase rubio, pecoso, ojos claros y blanquito como la leche) y tener que entender su inglés algo ininteligible para llegar a un acuerdo sobre la teoría realista del cine, según Bazin. Darte cuenta de que, o su inglés es muy rarito o tu concepción de la lengua aún está muy verde.
… Engancharte a la prensa inglesa (aunque no a toda, solo a un par de periódicos en concreto) y llevar prácticamente toda la semana leyendo noticias. Sean del día o estén ya “caducadas”. Darte cuenta además, que tu comprensión lectora, tan mala tan mala no es…
… Estar sentada en uno de los miles de buses que se mueven trepidantemente por esta ciudad, y que a la chica que está a tu lado le suene el teléfono. Que lo descuelgue y se ponga a hablar ruidosamente en catalán. Que te mire de reojillo al colgar y te diga un tímido “sorry” como supliendo el coñazo que te ha dado al tener que aguantar su conversación tanto rato. Responderle también en catalán y ver como se le ponen unos ojos como platos, pues te creía de todo menos catalana.
… Encontrar en el iPod, casi sin que te acordaras, esta canción, que te transporta a una noche de verano, allá en casa, en un concierto al aire libre, lleno de risas y buenas compañías…
… Hablar por el messenger con algún que otro amigo que está esta semana en España, pero que vive en Londres, y que te diga que está disfrutando como un enano con las comidas caseras. Eso sí, que también echa de menos la libertad y la independencia que le da vivir en una ciudad tan grande. Aunque muchas veces te sientas solo.
… Sentarte al lado de un chico típicamente British (léase rubio, pecoso, ojos claros y blanquito como la leche) y tener que entender su inglés algo ininteligible para llegar a un acuerdo sobre la teoría realista del cine, según Bazin. Darte cuenta de que, o su inglés es muy rarito o tu concepción de la lengua aún está muy verde.
… Engancharte a la prensa inglesa (aunque no a toda, solo a un par de periódicos en concreto) y llevar prácticamente toda la semana leyendo noticias. Sean del día o estén ya “caducadas”. Darte cuenta además, que tu comprensión lectora, tan mala tan mala no es…
… Estar sentada en uno de los miles de buses que se mueven trepidantemente por esta ciudad, y que a la chica que está a tu lado le suene el teléfono. Que lo descuelgue y se ponga a hablar ruidosamente en catalán. Que te mire de reojillo al colgar y te diga un tímido “sorry” como supliendo el coñazo que te ha dado al tener que aguantar su conversación tanto rato. Responderle también en catalán y ver como se le ponen unos ojos como platos, pues te creía de todo menos catalana.
… Encontrar en el iPod, casi sin que te acordaras, esta canción, que te transporta a una noche de verano, allá en casa, en un concierto al aire libre, lleno de risas y buenas compañías…
4 comentarios:
De todo un poco, vamos!!
la vida en Londres es así, jeje
Pues si... un verdadero "Melting Pot" esto de vivir en una gran city como London.....
;)
Por cierto, qué canción más maja. Nunca la había oido antes, quesque uno anda ya más desconectao que ohú (ohú, ¡qué desconectao que estoy!). Y es verdad que la canción te transporta a otros lugares y a otros tiempos, llenos de risas y buenas compañías...
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