miércoles

SINCRONIZAR AGENDAS

El lunes me llamó mi querido S. Hacía unas cuantas semanas ya que no sabía nada de él. Es lo que tiene esta ciudad. Es lo que tiene la vorágine de la vida londinense.
Me vino a la memoria lo que me dijo la primera vez que hablamos por teléfono cuando aterricé, hace ya casi seis meses: “Londres te absorbe, te atrapa con sus tentáculos y tu vida social no acaba pareciéndose en nada a la que estabas acostumbrada en tu ciudad natal.” Bueno, en realidad esas no fueron sus palabras exactas, pero sí la esencia de lo que quería decirme.

Es ahora cuando empiezo a entenderlo. Es ahora cuando esa palabreja que tanto les gusta a los ingleses “socializing”, empieza a tener más sentido para mí. Ese concepto que en nuestra lengua se podría traducir por “socializar”, pero que no tiene, ni de lejos, la misma presencia “bombardeante” en nuestras vidas, allá por tierras mediterráneas. Y es que la lengua también define patrones sociales, de comportamiento cotidiano, de formas de ver y entender la vida y las relaciones humanas…

El caso es que, y volviendo al “key point” (como dirían los ingleses), o al meollo del asunto, (como diríamos nosotros) es casi inevitable tener que incluir las “citas” con amigos y conocidos en el horario mental que te “fabricas” para la semana. Si no “sincronizas” agendas, es muy posible que acaben pasando semanas o incluso meses hasta que puedas reunirte con aquellos con los que compartes gustos, y a los que te une una estimación especial, y que quizás solo viven a unas pocas paradas de metro de ti.

Sí amigos míos. A servidora, nacida en un pueblo pequeño, donde todo está a tiro de piedra, le ha costado todo este tiempo darse cuenta de la historia. No es que sea una paleta de pueblo (o por lo menos no me considero como tal, corregidme si me equivoco, por favor) pero hasta que tu cotidianidad no está medianamente asentada, no eres plenamente consciente de ello.

Claro que en este punto se plantea otra cuestión: ¿qué es la cotidianidad viviendo en Londres? Pero eso tendrá que quedar pendiente para otro post. De momento os diré, que la mía está algo alterada últimamente, de ahí que lleve unas cuantas perdida en la blogosfera, sin actualizar mi caos particular. Cosas que pasan y que te revolucionan de la noche a la mañana. Nada malo, ni mucho menos, pero lo suficientemente nuevo para que la rutina de españolita gris y aburrida que llevaba hasta ahora, haya cambiado bastante radicalmente.

Lo que sí tengo claro ahora, es que hay que sincronizar agendas y ajustar horarios. Si no, la babilónica urbe, llena de gente, te hace sentir la persona más solitaria de la faz de la tierra. Nunca me ha gustado tener que acatar unas determinadas formas de actuar. Pero está claro que en este punto, o lo haces o te quedas más sola que la una. La improvisación no tiene cabida en este lugar, pues puedes acabar siendo víctima de un fin de semana largo, aburrido y soporífero…

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues a ver si te organizas,jeje. Qué echamos de menos tus locuras por aquí!!