martes

HAY COSAS QUE NO SE PUEDEN EXPLICAR

¿ Por qué los ingleses tienen escrito esto en sus pasos de zebra? (No es que no lo sepa, es una pregunta retórica, ¿sabéis?) Seguro que para ellos tiene un sentido. Para mí, en estos momentos no. No lo puedo explicar. No responde a ninguna lógica que yo conozca. Pero hay muchas otras cosas que no se pueden explicar. Cosas que sí forman parte de tu vida diaria y de tus costumbres más arraigadas pero que aún así no puedes darles un porqué. No las puedes contestar con una frase satisfactoria para tu interlocutor.
Es como si te preguntan si quieres más a tu padre o a tu madre. Que porqué te gustan tanto los macarrones (suponiendo que sean tu plato favorito, que no es mi caso). Que porqué estudias lo que estudias...
Porque muchas veces, la gente que te rodea no tiene suficiente con un simple "Porque me gusta", o "Porque sí", o "Porque me apetece"... Tu gente a veces es puñetera. Te apreta las tuercas preguntando más y más. Quieren tener una razón clara. Una razón que muchas veces no puedes darles. Hace tiempo que desistí en explicarme, en dar razones coherentes y satisfactorias. Me limité a decir que era "lo que me pedían las tripas", entiendiendo por eso que es lo que me pide mi interior. No sabes dar un porqué ni un cómo, pero sabes que es así y punto. Como mi padre, cada vez que le planto que me quiero largar a Londres. Porqué? Porque sí, papá, porque me gusta, porque siempre me ha gustado. Porque desde que era una enana me sentía atraída por esa ciudad. Porque necesito cambiar de aires. Porque quiero seguir allí mis estudios. Porque yo quiero tirar para un lado, por más que a los que me rodean les parezca extraño. Y el erre que erre... Que qué manía le ha entrado a esta chica con largarse, que con lo bien que está aquí, que si allí va a estar sola y tendrá que empezar de zero, que si pitos que si flautas... Y a mi me da la risa. Me río sin que me vea porque él que parece tan serio y tan gruñón no para de darle vueltas. Porque él, tan poco "padre baboso", en el fondo se calla todo lo que siente. Y lo que siente es que no quiere que su hija mayor, con la que ha discutido mucho a lo largo de sus casi 3o años de vida, pero con la que también comparte muchos gustos y opiniones, se vaya y lo deje con sus neuras. Porque como dice mi madre, es todo "piquito pa' fuera", pero por dentro las cosas escuecen un poquillo. Pero no puedo evitarlo. No puedo evitar no saber darle otra contestación. Porqué hay cosas que no se pueden explicar, por más que intentes dar razones, y por más que los que te rodean te digan me mires para la derecha, si a ti no te apetece, mirarás para la izquierda...


2 comentarios:

Lucía dijo...

Qué valiente!!

Yo no soy capaz de plantearme empezar otra vez en otro sitio ...

Si eso es lo que quieres es lo que deberías hacer, aunque parece que ya lo tienes claro eh??

Holly Golightly dijo...

Emma, tienes razón, Londres es una pasada, genial, estoy deseando volver, pero con tiempo. Me encanta. Yo me iría a vivir allí si pudiera... ¡¡ay!!. Y haces muy bien, si te quieres ir, vete y simplemente dí que no te quieres estar siempre preguntando cómo serían allí las cosas...

¿Empezar de cero? ¿Seguir estudiando? ... ¿qué estudias? ¿no estabas trabajando? (o por lo menos el fin de semana trabajas, no?)

Besitosss.