sábado

MERCADILLOS, FOTOS Y BOCADILLOS DE CHORIZO

Hoy he desayunado doble. Un par de tostadas con mermelada, un zumo, mi tacita de té y… Las palabras que lancé ayer en este blog. Y es que hoy, a las nueve y media de la manaña, cuando finalmente he puesto los pies en el suelo, desde mi ventana se veía esto.

Me ha entrado la rabieta de quien tiene planes y ve como el día parece que no va a acompañar. Pero no. Ha sido solo una falsa alarma. Sobre las diez y media el cielo se ha abierto y ha vuelto el sol a nuestras vidas. Amigos míos, me lo he traído puesto de casa. Estos londinenses deberían venerarme ya como su sacerdotisa del sol… De los quince días exactos que llevo aquí, solo dos han sido grises y deprimentes.
Pues nada, que a eso de las once hemos enfilado la larga calle que es Bethnal Green, camino de uno de los famoso mercadillos de la zona.
Por fin he comprendido porque a esta zona de la ciudad le llaman Little India. La calle olía a mil y una especias, y las tiendas que se sucedían una tras otra estaban llenas de saris. De colores brillantes, con combinaciones cromáticas que te llenaban los ojos de vida y alegría.

Os aviso… Un día de estos me lío la manta a la cabeza y a la próxima boda que me inviten me planto vestida con uno de ellos… Yo siempre doy la nota con mis chanzas… Esta vez lo acompañaré con el atuendo.
Y caminante se hace camino al andar, hemos ido paseando tranquilamente por las soleadas calles… Descubriendo eso sí, qué te puede pasar si decides comprarte una bicicleta para circular por Londres.

Me imagino la gracia que le habrá hecho al pobre pringado que se gastó sus buenos pounds en tan sano sistema de locomoción.
Lo que te permite ir paseando tranquilamente, es que la cámara se convierte en tu gran aliada. No es que sea una fotógrafa mayúscula, ni que mi pulso sea firme y seguro como el de un cirujano, pero… si vas con los ojillos abiertos (con las gafas o las lentillas, por supuesto!) y expectantes, te encuentras sorpresas como estas…


Yo creía que el Mayor de Londres era ese tiarrón pelirrojo y desgarbado que se plantó en la ceremonia de clausura de Beijín 2008 con las manos en los bolsillos… Creo que hay algunos londinenses no lo tienen tan claro…
U otras como estas…

No sé qué será eso… Pero me da a mi en la nariz que es Parsi… Si alguien lo sabe, que me lo confirme. Como me han enseñado toda la vida, el saber no ocupa lugar, ¿verdad?

Finalmente hemos llegado a….

Uno de los múltiples y famosos mercadillos que cada fin de semana se puede visitar por cualquier rincón de la ciudad. Algo que me lleva a pensar, la gran diferencia que existe entre los mercadillos de aquí con los que yo he ido viendo a lo largo de toda la vida, allá en tierras mediterráneas…
Aquí puedes encontrar desde una lámpara antigua hasta un muñequito de diseño estrambótico cosido a mano. Desde un plato de comida marroquí hasta un vestido de segunda mano de los años ochenta. Me resulta sumamente curiosa la enorme afición de los londinenses por pasarse los fines de semana en mercadillos, buscando una ganga o la pieza de ropa más “in” del momento. Pero lo que más me llama la atención es los estilismos y “fachas” que algunos llevan. Recuerdo que una de mis mayores aficiones, cuando estaba en la universidad, era sentarme en una terraza de las ramblas, y ver a la gente pasear de un la do a otro. La de historias y anécdotas que me inventaba solo viéndolos pasar. Estoy segura que si un día empiezo a tomar nota de cómo es la cantidad de gente con la que me cruzo todos los días, y empiezo a crear personajes ficticios, esto será peor que los novelones de Dickens. Y en cuanto a los mercados… Otra gran asignatura pendiente. Será cuestión de fijarse más detenidamente las próximas veces e intentar llegar a una conclusión. Mmm… apuntado queda también en la libretita de los deberes.
Lástima que nuestros cálculos no se han cumplido del todo… Y el “gran” mercadillo se pone de bote en bote el domingo, no el sábado. Será cuestión de volver un domingo de estos.
Claro que yo, entre otras cosas, me he quedado con las tiendas Vintage…


Tan divinas y bien surtidas de trajes y complementos al más puro estilo Jacqueline Kennedy… Si alguien que yo me sé estuviera aquí conmigo… Se lo hubiera pasado bomba.
Y de lo mejor del día, sin duda… Mirad mi cara…


De qué está hecho ese bocadillo comprado a prisa y corriendo en el primer Tesco que hemos encontrado? Venga, acepto apuestas…


Aunque el pan estaba un poco durillo, y la mozarella mucho sabor a mozarella no tenía… El chorizo me ha sabido a gloria… Si es que de verdad… No sabemos pensar en otra cosa que no sea comer….
Hemos andado como unos campeones y ahora toca reposar un poco, y sobretodo, empezar a hincar un poco los codos, que la semana que viene se presenta ya movidita con las clases en la facultad. Y es que hasta que no nos llegue la dichosa Oyster de estudiantes, estamos sentenciados a movernos solo por las zonas más cercanas a nuestro barrio. Eso sí, cuando por fin la tengamos en nuestro poder… Que tiemble Londres, porque soy pequeñita pero hago mucho ruido…..

6 comentarios:

Lucía dijo...

Me encantan tus crónicas londinenses!!

Es como estar un poquito allí contigo ...

Grishka dijo...

Emma! ¡Ese "hincar" sin "hache"!!!!!

emma woodhouse dijo...

Gran error sí señor.... eso es el cansancio y la excitación de tanta novedad junta.... Tema solucionado... Mil disculpas a las pupilas ofendidas...

Rhamnus dijo...

Londres es una maravilla cuando luce el buen tiempo (como hoy, como ayer, como mañana). Los mercados, los barrios periféricos, parques, etc, etc. Y cuando ya tengas bastante de todo eso, te quedará por descubrir el paisaje de la campiña británica. Te va a faltar tiempo para descubrirlo todo, pero merecerá la pena el empeño

emma woodhouse dijo...

Rhamnus... Los mercados de verdad que me tienen aluciná.... y la campiña inglesa... tengo unas ganas locas de poder visitarla......

AdR dijo...

Sí que debe estar temblando Londres contigo... y el feed. Al ritmo que llevas no puedo leer toda tu bitácora :)

Besos y sigue pasándolo bien.