martes

LO INEFABLE DEL LENGUAJE

Según el DRAE, inefable: Del lat. ineffabĭlis, indecible). 1. adj. Que no se puede explicar con palabras.
Y si apuramos un poco más y buscamos una definición algo más extensa, nos aparece esto: Que no puede ser dicho, explicado o descrito con palabras, generalmente por tener cualidades excelsas o por se muy sutil o difuso.
Bueno, pues resulta que cosas excelsas tampoco es que me estén asaltado día sí otro también, pero sí que me ha asaltado el factor inefable del lenguaje. Eso sí, digamos las cosas con propiedad. El factor inefable de la lengua inglesa.
A mí, a la más parlanchina de las parlanchinas que hay en este mundo. A la que de pequeñaja le decían que su hubiera nacido muda reventaba. A la que es incapaz de frenar las palabras que le asaltan atropelladamente la garganta. A la que todos sus amigos miran de reojillo a ver con qué va a saltar esta vez.


Esa, amigos míos, soy yo. Una “yo” que de golpe parece que se ha quedado muda. Y es que la barrera lingüística ha hecho mella en mí y me ha dejado sorprendentemente callada y reservada. Y no es que haya sido porque me he quedado sin nada que decir. Eso no. Pero, cuando algo no sabes como contarlo, como explicarlo, como expresarlo, tu mundo se limita. Te ves atenazado en un espacio donde las ideas fluyen por tu cabeza. Los razonamientos están bien estructurados, son coherentes y con sentido pleno… Pero, eres incapaz de articular un discurso bien hilvanado y comprensible para los que te rodean.
Te asaltan mil dudas y neuras. Te preguntas si habrás hecho bien en lanzarte a la aventura de un país diferente al tuyo, con una lengua que es bastante misteriosa para ti y de la que día tras día te sorprendes más.
Te sientes como pez fuera del agua y una vocecita dentro de ti no hace más que gritar: “Leches!! Con la de cosas que podría preguntar, y explicar… y me quedo aquí calladita sin saber como cogerle los cuernos al toro. Con las ganas que tengo de aprender y también de mostrar lo que sé a aquellos que me rodean”.
Definitivamente, a ratos, estoy Lost in Translation

Por cierto... La foto es de aquí

11 comentarios:

elmenco dijo...

Es verdad, Emma. Muchas veces te callas porque sabes que no podrás decir lo que quieres con la misma propiedad con la que lo dirías en tu lengua. Muchas veces no te aventuras a hablar por no saber cómo decirlo, y, si buscas una traducción parecida, ya pierde toda la gracia. Estos ingleses... ¿por qué no aprenderían de Cervantes?

Felix dijo...

eyyyy ya estas por aqui, salud! :)

teniamos que hacer una "reunión blogger" o algo asi :)

emma woodhouse dijo...

ELMENCO: Con la de cositas que me asaltan continuamente a la cabeza y es difícil, muy difícil, poder contar :( Espero que eso se vaya "enmendando"... Bienvenido al mundo blog

FELIX: Ya estoy aquí sí, desde hace ya un par de semanitas...
Oye, y lo de la "reunión blogger" no es mala idea.... Alguien lo organiza????

Moder dijo...

Uf, a mí también me costaría. Y lo hago, no por barrera de idioma, si no porque voy aprendiendo a ser menos animada cuando la situación no lo demanda.

Anónimo dijo...

Si, muy cierto.

Y lo peor viene cuando estás en un grupo, tienes algo que aportar a la conversación, hay un pequeño silencio donde puedes meter cucharada y... y... y... lo que está tan claro en tu cabeza tarda eternamente en hacerse palabra. Y alguien salta a la conversación, tu oportunidad se pierde y ahí estás de convidado de piedra porque no hay manera de soltar algo coherente.
Eso o acabas reduciendo el lenguaje y las ideas a lo mínimo a fin de que sepan que estás ahí.

emma woodhouse dijo...

BLACK BETTY: Estoy empezando a mutar. Me estoy transformando en la mujer callada que no recuerdo haber sido nunca...

SIRVENTES: Ya he vivido momentos de esos... En mi cocina, casi todas las noches nos reunimos los compañeros de piso, y acaba sucediendo eso... Lo peor es que es cuando todos estamos comiendo, y entenderlos comiendo eso ya sí que es la leche... Imaginate el acento de una americana, un egipcio y un keniata con la boca llena... Y el mío claro... que tampoco tiene desperdicio... Un festival del humo... Que pa' qué contarte...

Krambis dijo...

Uff a mi también me ha pasado alguan vez, eso de tener las palabras en la cabeza y no saber expresarlas por no ser tu idioma. Es desesperante.

Ánimo, que de aquí a un tiempecillo pensarás en inglés.

Grishka dijo...

Pues aprovecha y escucha. Eso va bien, de vez en cuando. Ahora que, a veces, para lo que dicen los demás, es mejor hacer oídos sordos.

Por cierto, ya me han confirmado que el bicho de la foto del parque es un grey heron (garza real).

emma woodhouse dijo...

KRAMBIS: Es deseperante sí señor... Y gracias por los ánimos! :)

GRISHKA: Aprovecho, aprovecho... pero quedarse muda, para mí, es una verdadera pu....

Te lo han confirmado.. Es que ese especialista en pajarracos que tú y yo conocemos, vale un imperio!

Lucía dijo...

Eso me pasa a mí también en la lengua de Shakespeare, pero eso es práctica y tú estás en el lugar apropiado.

Ánimo y sin desfallecer, y ya verás como cotorreas de aquí a nada ...

Grishka dijo...

Pues si vale, el especialista, y feo no es. ¿O sí?